Comentario
1910 es la fecha en que la mujer española pudo matricularse de modo oficial y sin pedir permiso a las autoridades, en la Educación Superior. Pero desde 1872 se estaban produciendo esfuerzos concretos de mujeres concretas para estudiar en la Universidad. Se trataba de conquistas pequeñas, pero constantes, de chicas muy jóvenes empeñadas por propia voluntad en realizar estudios superiores, entendiendo que esa aspiración constituía un paso natural en su desarrollo como personas. Primero se abrieron para ellas las puertas del Bachillerato, y después las de la Universidad.